Para que mis interpretaciones no desvirtuen mucho la realidad (entendida como lo qué es) debo usar los mínimos filtros posibles y conocer cómo éstos actúan sobre la interpretación. Por ello, empezaré de lo más elemental que he dado por cierto; pero esta vez sabiendo que estoy interpretando.
Me basaré en las definiciones que da la Real Academia Española de la Lengua.
Nacer se define como salir del vientre materno.
Morir, como llegar al término de la vida.
Por lo tanto el concepto que usaremos de vida será el espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o un vegetal hasta su muerte.
También da otra acepción que me interesa, pues tendré que usarla más adelante: “Fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la posee”.
Sólo llevo dos entradas como intérprete y ya empieza a complicarse el razonamiento. Dos acepciones para una misma palabra VIDA.
Y no una palabra cualquiera, sino la que define la esencia de lo que somos.
De entrada me quedaré con la primera definición, espacio de tiempo.
La paz de la presencia
Hace 1 año
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