SALUDOS

Intenté esconder mi "ego". Después pasé a ser "observador"; y ahora soy "INTÉRPRETE".

Consecuentemente toda opinión dada, es una visión muy particular y concreta.

No la tome como cierta, ni falsa; simplemente es, otro punto de vista.

¿QUÉ HORA ES EL MUNDO?

miércoles, 3 de abril de 2013

LUCHA O HUÍDA. ¿RENDICIÓN?


Cuando hablamos en términos primarios, donde la supervivencia se basa en la comida carnívora, a la presa sólo le quedan dos salidas: la lucha o la huida. Siempre escoge la huída (que no tiene nada que ver con la cobardía, aunque muchos humanos lo interpretemos así); si no tiene escapatoria no le queda más remedio que luchar.

Pero gracias a la vida social de muchos animales; pongamos por ejemplo: la jerarquía en una jauría de lobos, surge otra opción: LA RENDICIÓN.

La rendición, se puede considerar una pérdida en la lucha, donde el perdedor no pierde la vida. Esto conlleva a una mayor supervivencia de la especie. El derrotado sigue perteneciendo a la sociedad, y la comunidad no pierde a uno de sus miembros que en un futuro puede ser útil en la defensa del grupo. En este caso, la lucha no es por comida sino para conseguir mayor estatus en el grupo. La base sigue siendo la lucha por la supervivencia, pero la pérdida de vida es simbólica.

En el caso humano esta rendición ha pasado a ser ACEPTACIÓN. En muchas luchas dialécticas, observamos como dos oradores enfrentados luchan por tener la razón, y sólo tienen en mente el salir victoriosos. Por ello, se puede llegar a calumniar, insultar e incluso mentir.

Son luchas ancestrales como comento al principio. Pero ya va siendo hora, que en muchas discusiones se contemple el término rendición; en la cual el orador vencido comprende que sus argumentos no son aplicables al momento en que los presenta. Se rinde; es decir, acepta que esos argumentos pueden ser válidos en un futuro o que contienen errores que hay que corregir.

Ante una sociedad competitiva esta actitud no es de las más valoradas. Pero cuando vamos conociendo a personas respetables que nos parece que todo le ha ido bien en la vida; y sabemos que su camino no ha sido siempre de “color de rosas”; comprendemos que la vida está llena de aciertos y errores y que una buena opción es aprender de los errores.

Terminemos con un poco de humor:
Dos amigos se encuentran en la calle y uno le pregunta al otro:
- ¿Tú no haces footing?
- No, porque el correr es de cobardes.

sábado, 30 de marzo de 2013

¿POR QUÉ SOMOS CROMOSOMOS?


Leyendo al divulgador científico español, Eduard Punset; me encontré con una frase ingeniosa ante la pregunta ¿Qué somos?

Somos cromosomos”.

Desde el descubrimiento de los cromosomas, que se encuentran en el núcleo de la célula. La esencia de nuestro ser, se ha hecho más observable.

Gregor Mendel, monje austriaco descubridor de la herencia genética, observando colores y rugosidades (en la piel de guisantes o arvejas) y su transmisión a sus descendencias. Abrió las puertas a una nueva ciencia denominada “genética”. Desde entonces la genética se encarga de descubrir aquellos patrones innatos que son transmitidos por los progenitores.

Si nos referimos a la esencia de nuestro ser; estos patrones nos hacen ser como somos. Donde mejor podemos observar este hecho es en la evolución del recién nacido hasta los tres meses de edad. De ahí que me guste tanto la expresión de Punset.

¿Por qué nos cuesta tanto descubrir cómo somos?

Porque este ser llegado al mundo comienza a interaccionar con su alrededor, y posee un órgano adaptado a la supervivencia de la especie, llamado cerebro. El cerebro no es sólo una recopilación de aprendizajes innatos o naturales, viene preparado para adaptarse a un mundo en continuo cambio. Y esto lo consigue mediante el aprendizaje no condicionado. En este aprendizaje la sociedad en la que se encuentra tiene mucha influencia.

SOMOS CROMOSOMOS cuando comenzamos a vivir. Mediante la interrelación con nuestro medio ambiente nos convertimos en organismos más adaptados, dando una variedad bastante compleja.

Si nos observamos desde nuestra esencia somos bastante simples. Si nos observamos ahora, la complejidad es abrumadora porque somos organismos evolucionando constantemente; de ahí, que nos cueste tanto descubrirnos, nuestro cerebro es maravilloso, pero limitado.

viernes, 11 de enero de 2013

domingo, 30 de diciembre de 2012

LA QUE LE HA CAÍDO A LOS MAYAS


Por lo visto el 21 de diciembre se acabó el mundo. Es curioso, resulta que el nuevo es parecido al anterior. Las personas siguen con sus mismas alegrías y preocupaciones.

Lo provocado por la información sesgada, que tiene mucho que ver con la ignorancia. Los gurús que se creen iluminados (el creérselo es distinto de serlo, pero este es otro tema), el oportunismo, el negocio fácil,…, ha sido alucinante por no decir de vergüenza.

Hasta cuándo vamos a dejar de asustar a la Humanidad. No tenemos bastante con las catástrofes naturales y las guerras artificiales (las denomino artificiales porque es creación humana), que tenemos que inventar fines de mundos, fines de universo, y pasamos por alto fines más cercanos como el fin de una flor, o de una planta de temporada.

Leí unas declaraciones de Rigoberta Menchu, premio nobel de la Paz, indignadísima por los infundios lanzados sobre la cultura Maya. No le falta razón, que fácil es malinterpretar informaciones y dejar en ridículo una sociedad, que se preocuparon de descubrir su entorno.

Pululan por la red muchos chistes, sobre el gran error cometido. No os preocupéis, sólo se han equivocado de fecha. Probablemente el mundo, más conocido por Tierra, termine sus días, cuando nuestra querida estrella que llamamos Sol, empiece a convertirse en gigante roja. Pero me da la sensación que no estaré allí para verlo. Bueno quién sabe, a lo mejor algunos de mis átomos y moléculas forman parte del espectáculo.

La que se ha liado por un simple calendario; eso sí, de 3.000 años. De aquí en adelante seguiremos leyendo burlas sobre dicha cultura, cuando el error se ha dado en la mala interpretación del calendario y no en su creación; por eso digo: 

LA QUE LE HA CAÍDO A LOS MAYAS.

domingo, 30 de septiembre de 2012

DE LA INDIVIDUALIDAD A LA GLOBALIDAD. El mismo problema alimentario


Entre el nacimiento y la muerte del Ser Humano está el crecimiento. Para poder crecer necesita tomar energía; la cual se adquiere mediante la ingestión de alimentos.

Se dice que algunas tribus primitivas practicaban el canibalismo; es decir, no sólo consumían animales y plantas, sino que se alimentaban de seres humanos pertenecientes a otra tribu.

Supongo que algunos de estas tribus, con el pasar del tiempo, se dio cuenta que los componentes de otras tribus, aunque diferentes, eran seres humanos como él; consecuentemente era como si se comiera así mismo. Y dejó de practicarlo.

Este sencillo razonamiento en la actualidad a dado lugar a situaciones curiosas.

Muchos Seres Humanos, basándose en descubrimientos científicos, aprendieron que pertenecían al mismo reino biológico que los que consideraban animales. ¿Cómo puedo comer a un ser qué es como yo? Y dejaron de ser carnívoros para ser sólo herbívoros.

Con el tiempo puede que alguno se dé cuenta, que las plantas son seres vivos como nosotros. ¡Más seres iguales a nosotros! ¿Cómo nutrirme de ellos? Y deje también de ser herbívoro.

No sé si este caso se habrá dado, pero consecuentemente, habrá muerto de inanición.

sábado, 16 de junio de 2012

DIALOGAR CON UN "CREYENTE" O UN "NO CREYENTE"


Si eres “creyente” y dialogas con un “no creyente”:
No le hables del “Espíritu”, háblale del ánimo.
No le hables de “Dios”, háblale de la ”Naturaleza”.
No le hables de  “acción divina”, háblale de “Hechos”.

Si eres “no creyente” y dialogas con un “creyente”:
No le hables del ánimo, háblale del “Espíritu”.
No le hables de la ”Naturaleza”, háblale de “Dios”.
No le hables de “Hechos” , háblale de “acción divina”.

Con ello conseguirás evitar peleas vanas y ampliar tu sabiduría.

martes, 27 de septiembre de 2011

LA HISTORIA DEL YO. (Una opinión muy personal)

¿Ha pensado alguna vez, como se forma la historia del YO. Ese ser individual que somos, y hace que nos diferenciamos del tú, él, ella o ello?

Si tiene la suerte de tener niños cercanos de 2 a 3 años, obsérvenlos. No tienen “yo” definido, sólo son seres humanos que han llegado a este mundo. Por imitación van aprendiendo lo que son; mejor dicho, lo que llegarán a creer que son.

Observe la influencia social que ejercen los seres humanos más cercanos a él. Son sus modelos. A través de la imitación van registrando en su mente, el lugar que ocupan y lo que son. Todo es aprendido de otros que han tomado de modelo, los cuales han aprendido a ser lo que son, mediante la interpretación del mundo que les rodea.

Esos aprendizajes quedan grabados en su memoria, y posteriormente se convierte en conducta, es lo que se denomina “aprendizaje condicionado”.

Este aprendizaje condicionado es lo que va creando nuestro “YO”. Este “YO” que nos parece tan individual y personal; probablemente sea un “YO social”. Estamos forjados por nuestros genes y nuestro entorno. No en vano Ortega y Gasset comentó: “Soy yo y mis circunstancias”.

En estas condiciones estamos acostumbrados a reaccionar automáticamente ante cualquier estímulo. Pero el sistema nervioso tiene un error extraordinario. Cuando estamos tranquilos, la información pasa por el sistema nervioso central. En ese momento podemos procesar la información más pausadamente. Y otra dimensión entra en nuestras vidas: “El razonamiento”.

Este razonamiento rápidamente se integra para ayudar al “aprendizaje condicionado”. Lo cual es muy efectivo en momentos de peligro. Pero hemos llegado a un nivel social donde esa situación, perfectamente válida en la vida salvaje, pierde su eficacia; ya que la mayor parte del tiempo no tenemos que defendernos, ni huir. Tenemos el lujo de vivir tranquilamente, incluso alcanzando la quietud. Si existe un paraíso terrenal, quizás sea éste. Pues como decía un poeta:

“Dicen que tendremos el cielo
que en la Tierra nos ganemos
pero el premio siempre es triste
porque tienes que morirte
para que lo disfrutemos”.

¡Cuánto sufrimiento en busca de un bienestar, en este caso “el cielo”, que probablemente se encuentre en este mundo terrenal. Más que “cielo” prefiero llamarlo “quietud”, me es más cercana y más fácil de conseguir.

¿Por qué nos cuesta tanto?
Probablemente por el “YO” que nos hemos fabricado.

¿Cómo salir de este ciclo infernal?
Pues aprovechando el sistema nervioso central. Este está presente cuando estamos tranquilos (la tranquilidad está muy cercana a la quietud) y aprendiendo a observar. La práctica de la meditación trascendental es muy eficiente para ésto. Con ello conseguimos usar más el sistema nervioso central que el sistema nervioso autónomo (el gran protector de nuestros ancestros). Y con ello el concepto del “Yo” que es el inicio del “ego”, comienza a desaparecer. Sabes que estás aquí, que tienes cualidades diferentes al resto. Pero también que procedes de la misma esencia y que la eternidad personal es tu presencia (estar presente ahora).
La eternidad general (la supervivencia de la especie) se encuentra en los genes. Si quieres permanecer en forma de cadena de ADN. Tu “yo” desaparece, pues tu descendencia que es la que los portará tendrán su propio “yo”. Si tu obsesión es trascender, sólo podrás hacerlo en el momento presente (que es el único que tienes), y tu “Yo” considéralo una posición social; porque es relativo y cambiante, aunque te parezca permanente. Por eso, identificarte con tu “Yo” te hace desgraciado, pues tu personalidad cambia según las circunstancias, y el “Yo” “muere” a cada instante.

Ésto hace que te sientas desdichado y sufras, pues venimos preparados para sobrevivir. La muerte física sólo se dá una vez, la del “Yo” infinidad de veces. Es bueno des-identificarse de la historia del “yo”, pues nos causa sufrimiento inútil.

El “Yo” nos es muy útil para usarlo socialmente. Pero cuando estamos con nosotros mismos nos produce más daño que beneficio. Disfruta de la historia de tu “Yo” pero no te identifiques con él, pues eres superior a él.

domingo, 25 de septiembre de 2011

LO OCULTO

Al hablar de “ocultismo” tengo la sensación que una fuerza maligna, nos ha ocultado cosas que debíamos saber, y nos pone obstáculos para conseguir nuestros objetivos, como le pasó a Ulises en su Odisea.

Creo que en la naturaleza, no existe nada “oculto”. Nosotros sí podemos ocultarnos, pues tenemos capacidad de decisión. La Naturaleza no tiene esta capacidad; por ello, la maldad no procede de ella. Es nuestra valoración la que categoriza como “bueno” o “malo”; términos muy útiles en la vida cotidiana, pero que también nos llevan a grandes errores.

El axioma: “Si no se ve ni se siente, no existe” fue constantemente puesto en duda por personas, que al intentar dar sus opiniones, fueron tachados de locos.

Si nos situamos en la época comprendemos este error: la lógica intuitiva, nos deduce que lo invisible no existe. No hay que “llevarse las manos a la cabeza”, en la historia científica, pasaron muchos años antes de descubrir los microbios. Si no éramos capaces de percibirlos no tenían existencia; ahora sabemos que siempre han estado ahí.

En la Naturaleza, las cosas están dónde están, pero nuestro cerebro no tiene la capacidad mental de percibirlo todo, por lo que es imposible hacerlo consciente. Pero estamos dotados de la capacidad de deducción, y gracias a que gran parte del Cosmos es repetitivo, usando nuestra mente, podemos anticiparnos a descubrimientos futuros.

La sabiduría humana recopilada a través de miles de años, ha hecho que nuestra mente se amplíe y consideremos como algo normal, que existen “entes” que por ahora somos incapaces de percibir. Sólo habrá que esperar que haya instrumentos capaces para captarlos.

Antiguamente es lógico pensar que estaban ocultos. Ahora prefiero pensar que no hay nada oculto, simplemente mi capacidad es limitada y consecuentemente hay existencias que desconozco; pero que no lo perciba, no quiere decir que no existan.

domingo, 19 de junio de 2011

EL SENTIDO DE LA VIDA (una opinión muy personal)


Aquí y ahora tengo una cosa segura: soy un cuerpo y algo más, pero ese algo más es el que aún me desconcierta. Puedo decir que estoy en un cuerpo (ese cuerpo forma parte de mi ser). Y si quiero descubrir que soy en esencia, lo primordial es cuidar mi cuerpo. ¿Por qué?

Porque sin él, no soy nada. Todo el conocimiento que poseo lo he conseguido con las sensaciones que percibo mediante él.

Este cuerpo nació y morirá, pero ahora se encuentra en el proceso llamado vida. Y para vivir tiene que conseguir energía. No hay más, en este mundo todo es así de simple.¿Quiere buscarle un sentido a su vida?: Conseguir energía para mantenerse vivo.

Éste objetivo que nos resulta tan obvio en los tiempos actuales (y por eso nos parece insignificante), no era así en la prehistoria. Si le hubieramos preguntado a un cavernícola:
- Señor cavernicola, por favor, me podría responder e esta simple pregunta: ¿Qué sentido tiene su vida?
Puede que nos contestara:
- No me distraiga que estoy muy ocupado buscando comida y en alerta para no convertirme en menú de otro depredador,, resuélvalo usted que para eso es del siglo XXI y tiene tiempo de sobra.

Pues sí, probablemente sea así de simple, sólo consista en conseguir energía. Pero para conseguirla hemos creado una red de múltiples conexiones. Tan complicada que cuando nos preguntamos por el sentido de nuestra vida, empezamos a elucubrar incluso que ocurrirá cuando no seamos esta cuerpo. Y es que sentirse el "ombligo del Cosmos" nos da una sublime sensación de poder aunque nos autoengañemos.

lunes, 28 de marzo de 2011

LA CRISIS PARA UN POBRE

¡Un golpe!, me desperté
y de la rabia lloré
era un sueño tan bonito.

Pues soñaba que aparecía un “gachó”
me regalaba un jamón
me lo comía a taquitos.

En la “madrugá”, me puse a “cavilar”
la forma y la manera
de poder encontrar algo para almorzar
y mi gente comiera.

Por eso me da risa
que la gente me diga
que la crisis ha caído
hasta lo más profundo.

Yo que soy pobrecito
la crisis la he vivido
desde que vine al mundo.

Yo jamás en una Navidad
pude abrir un regalo
tuve suerte si el día de Reyes
podía comer.

Pues de mí, se olvidó Papa Noel
y los tres Reyes Magos
y no tuve un padre, ni una madre
en los que creer.

Al final le voy a dar la razón
a la Carmen Lomana
cuando dice que al pobre la crisis
nunca le afectó.

Si yo nunca he “tenío”
pues nunca lo he “perdío”
a mí no me cogió.

Y tampoco le afecta
a aquella senadora
Popular diputada
de Castilla-La Mancha.

Que critica la crisis
mientras cobra tres sueldos
y “se queda tan ancha”.


Carnaval de Cádiz 2011. Chirigota: "Los niños cantores de Viena o Manolete"